Para un europeo resulta bastante sencillo. Es suficiente un pasaporte en regla, el acuerdo con el dueño y un contrato más o menos legal. Lo normal es que pidan un mes de fianza, un mes para el intermediario (semsár) y el primer mes del alquiler. Alguna vez pueden pedir referencias. Es decir, igualito que en España.
Por definición, los europeos somos ricos y por tanto debemos pagar más. Tenemos reputación de cuidar bien los pisos y de devolverlos por lo menos en el mismo estado en que nos lo han entregado (cosa que los árabes del golfo, según cuentan, no hacen). Todo ello hace que seamos codiciados como inquilinos, pero también que nos cobren más.
Para encontrar el piso lo mejor es centrar bien la zona en la que queremos vivir. Después podemos utilizar varias técnicas:
1) Mirar anuncios en los periódicos y revistas que hay para extranjeros (Egypto Today, etc.), serán pisos bien cuidados y cuyos propietarios nos arreglarán lo que pidamos. Pero serán caros.
2) Mirar los anuncios de las embajadas, supermercados, academias, etc.
3) Hablar con tenderos y porteros.
4) Buscar algún Semsar (agente inmobiliario) más o menos profesional.
5) Patearte el barrio puerta a puerta, buscando casas que estén vacías e intentar hablar con los dueños (que en ocasiones no habían pensado en alquilar).
Hay que procurar acordar el precio en Libras Egipcias y no en Dólares.
Ojo con el romanticismo de irse a barrios populares para vivir más intensamente la vida del país. Es cierto que parece tener mucho encanto (y puede tenerlo), pero cuando los vecinos vean que entran chicos en casa (si eres chica) o chicas (si eres chico), que sales a cenar fuera y vuelves a las 10 de la noche (o que no vuelves...), que te vistes con bermudas y que llevas una vida irregular, empezarán a pensar que no eres una persona tan decente como creían, y quizás encuentres su basura delante de tu puerta y otras lindezas.
En los barrios residenciales están más acostumbrados a los extranjeros y sus modos de vida. Cada cual va mucho más a lo suyo y de hecho todo te resultará más sencillo. De todas formas, cambiarse de piso es muy fácil, así que por probar que no quede.
Personalmente recomiendo los barrios de Zamalek, Mohandesín, Doqqi, Aguza, Sahafeyín, Garden City, West el Balad, Maadi, Heliópolis.
Si quieres vivir en una Awama (casa-barco), puedes ir al Kit-Kat y hablar con la gente de los Garden Center o con Amr el Naser (cerca de la mezquita). Vivir en una Awama es maravilloso. No es más barato que un apartamento y sí algo más incómodo. Para mí compensan las ventajas, y sé lo que digo: me he pasado 6 años viviendo en una. La número 37 de
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